Regálame una sonrisa
anda, que nada te cuesta;
de esas, que no llevan prisa.
Una sonrisa sincera que haga que valga la pena
la espera o la impaciencia.
Que me permita alumbrarme
con el destello en tus ojos.
Que abra las puertas de mundos
más humanos, generosos.
Que contemple la esperanza que brilla al final del día
y que derrita la fría
y dura mueca del mañana.
Una de ésas que sana
cualquier mal, cualquier herida
bálsamo del corazón,
risa de fe y devoción
que es por todos bienvenida.
Regálame una sonrisa
de esas, llenas de promesas,
de anhelos y de calor.
Una sonrisa de amor
que inunde la vida misma;
que refleje, como un prisma
el color del arcoíris en el arco de tus labios.
De esas, que curan agravios,
de esas que abrazan el alma.
Regálame una sonrisa,
vamos, generosamente.
Una sonrisa valiente
que intente romper barreras
sin miedo a la adversidad.
Regálame una sonrisa de cariño, de amistad,
de ésas que espero con ansias,
de las que borran distancias
y unen en hermandad.