Yo soy el estuche
de un violín sonoro
de cuerdas de plata
y de llaves de oro.
A veces ,de noche,
(o sueño o es cierto)
vuelvo a oir su “a solo,”
su bis o el concierto.
Desde que estoy hueco
no transcurre día
que no rememore
su astral melodía…
Yo era el continente
(entonces hermoso)
que daba refugio
a un violín precioso.