Génesis
Por el río Pisón, navega el oro del sol,
acunado en sus aguas azules de lapislázuli,
fluyendo entre aromas de saludable bedelio,
nutriendo el verdor en sus riberas serenas.
Tierra arenosa de Havilá, abrazada por el río:
de tu fertilidad modeló Dios aves y animales,
poblando los campos verdes de la tierra,
surcando el inmenso campo azul del cielo.
Mediadores árboles de fronda inmensa,
se aferran enraizando tenaces sus pies al suelo
y elevan al cielo sus brazos extendidos,
agitando ramos y salmodiando hosannas a Dios
Y tomando la roja arcilla de las orillas,
de aquel azul y majestuoso río,
trabajó Dios modelando al ser humano,
como paciente modela barro el alfarero.
Del costado abierto de aquel Adán primero,
brotó el agua de la mujer que santifica,
y es cuna de vida el mar de su maternal seno,
y derrama suave gracia con su sonrisa.
Reinan en el centro de aquel virginal Paraíso,
dos árboles inmensos de singular belleza:
uno produce el tentador fruto del conocimiento,
el otro despierta la codicia por la vida eterna.
La sinuosa Cerastes en el tronco enreda,
sus astutas insinuaciones
y sus sibilinas argumentaciones:
“serán como dioses”.
Aquel de ustedes que no tenga pecado,
que dé al fruto deseado,
el primer bocado.