La traición es como naranja amarga,
augurio de un lamento enfurecido,
en los reflejos del paisaje árido
y el espinoso dolor que me embarga.
Pena siento en mi agonía tan larga,
que clama por el momento vivido,
lucharé sin miedo en mi cometido
y bravo seré en mi pesada carga.
En la fina línea de la vida,
resistiré a este falso juramento,
quien promete oro y te causa una herida.
Con unas palabras frescas de aliento,
reforzado saldré de esta medida
con un enorme y claro sentimiento.