Cuando vi su silueta deslumbrante
caminando con paso majestuoso,
yo sentí su calor tan abrazante
cual la furia de viento tempestuoso.
Con su porte sensual y luminoso,
tan soberbio, magnífico, insinuante;
penetró por mis venas al instante,
de pasión, su torrente caudaloso.
Desde entonces mi anhelo más lunático
es sentir de su boca aroma etílico;
y besarla con beso de maniático
que desborde su vientre en sueño lírico;
despertando el deseo mas enfático
y vivir el amor en grado idílico.
Autor: Aníbal Rodríguez.