Esta sublime intimidad de tus ojos
que me cautiva y hechiza, al contacto de tu mirada
son como rayos de luz, colmando mis pupilas vacías
ligeras palabras asustadas, indescifrables
que me llevan a tí entre sombras de rocíos
siguiendo los ecos de suspiros enigmáticos
escondidos en tu piel, atrapados en tus labios
anhelando el misterio de tus besos
del aliento de tu boca, que respiro como hálito de vida
brotando de tu humedad y entrega.
Esta sublime intimidad de tus ojos
que huyen de mi mano atrevida, osada,
cuando busca tentaciones en el rocío de tu cuerpo
para borrar de mi memoria la ausencia de tu aroma
la sensación de tu cuerpo como agua cristalina, inmaculada
donde flota mi latido
y naufragan mis sentidos como hojas
llevadas por el río que se hunden cual maderas
al roce de tu mano ingenua
Esta sublime intimidad de tus ojos
como alas de encanto que desnudan
mi cuerpo sencillo, inocente
condenándolo a la eternidad de la entrega
al suicidio de los sentidos, que se enajenan
con el roce de tu piel, en el silencio de tu corazón
que enmudece ante el suspiro del deseo