Juegas a espiar mis pasos
como si la casualidad montara un escenario,
Juegas para que mi mundo quiebre las rutinas,
y entonces la mùsica del alma se vuelve nuestra.
Juegas a explorar mis vaivenes,
y yo a esconderlos para que te sorprendan,
la confianza, la sonrisa y la mirada que se cruza.
y por eso te dejo jugar hasta que pueda perderme en tu ritmo.