No poseo la magia del poeta
pero llevo de amor su transparencia;
si me falta su gracia y su elocuencia,
mi ternura, de luz está repleta.
Puedo ser un zopenco analfabeta
que carece de clara inteligencia;
pero tengo en mis venas esa esencia
que te ofrece de dicha un gran planeta.
Mi palabra sencilla y muy sincera
no dispone de máximo atractivo
pero tiene el olor de primavera
que te dice con tono muy festivo:
¡que seré de tu vida la quimera
que te llene de amor hipertensivo!
Autor: Aníbal Rodríguez