Ben-.

El mar, como siempre-.

Es alzar los brazos

depósitos de arañas

expendedores de ratas

culminaciones de termitas,

arriesgarse ahora a la nada.

Es tan grávido el gesto

como una tierra ambulante

una trituradora de espacios

donde nada, afortunadamente,

cabe. Es levantar las extremidades,

completarse, y en ese vaivén,

el mar, como siempre, pureza de la nieve-.

 

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