CELEBRANDO LAS FIESTAS PATRIAS
Septiembre se aproximaba y con él… la conmemoración cívica que culminaba el día 15. Desde un mes antes los profesores nos preparaban enseñándonos con mucho fervor, a cantar el Himno Nacional y el Himno a Centroamérica, no descansaban hasta que cada estrofa brotara de nuestro ser con todo el amor por la patria. Era todo algarabía, se esperaba con ansia la fecha, además porque se estrenaba uniforme; se realizaban certámenes de pintura, dibujo y de periódicos murales; el arte se expresaba.
Todos los días del mes a cada grupo escolar le tocaba realizar un acto cívico, recordar a los héroes, hablar de los símbolos patrios y promover la nacionalidad. El punto de reunión siempre era el parque y desde allí se transmitía al pueblo, los declamadores se lucían y las tardes de fervor patrio se sentían.
Luego los desfiles eran pura gallardía, los estudiantes destacados por delante portando la bandera azul y blanco. Con júbilo el pueblo entero se concentraba en el parque para escuchar la proclamación de independencia y al unísono vitoreaban: “Guatemala feliz que tus aras, no profane jamás el verdugo…” Las carrozas alegóricas también eran esperadas, el arte y talento de algunos profesores se ponía de manifiesto al representar estampas y situaciones de la vida de aquel pueblo prócer que luchó por la libertad patria.
…en esta época la celebración es un tanto diferente, ya no se adornan las calles y la música que se escucha no es la nacional, en el acto cívico se coloca un disco para escuchar las notas del canto patrio y una lágrima se desliza en mi rostro recordando un pasado con grandes ideales…
Mirna Lissett Carranza