Los desiertos son mares de arena,
los cactus son los piratas que lo navegan.
Sin rumbo esperan la anhelada lluvia,
mientras que el poderoso sol los ataca con furia.
Los cambios de temperatura son brutales,
anochece de golpe en estos lugares,
y con la oscuridad comienzan pequeñas batallas.
Los insectos comienzan a devorarse entre ellos,
las serpientes serpentean en dirección a los nidos,
y los zorros sigilosamente van devorando todo a su paso.
Sin embargo…
Las estrellas se ven mejor que en cualquier otro lugar,
hay dunas de todas las alturas y estilos,
y rocas de todos los colores.
Incluso se da lo que llaman desierto florido.
Aquí la flora y la fauna no exigen mucho,
en algún lugar te espera un oasis,
y siempre florecen algunos lirios.
Los desiertos son otro planeta dentro de nuestro planeta,
por eso pueden ser tan hermosos,
por eso pueden ser tan hostiles.