Mirar mi razón invocarme
en las costas del mar loco,
y si tardo es que eso
precisamente es lo que haciendo
estoy. Programado
para inflamarme a estas horas
proclamando vastedades sin nombre
puesto aun supongo remotas
como están salvajes mis ansias
saliendo a la luz
de arrolladores los trenes
conmigo de rodillas ante ti,
figura de algún dios de tribus
detríticas en la memoria...
Soy tu gran sombra,
te hablo; da igual todo,
no me oigas más
nada de lo que diga basto
apremiante hacia el caos
de palabras al silencio
sonsacárselas veces mil.
Sobre un mar me aboco
al compás trastocado del coco
quizás y exasperado
en un aparte de mi alma firmando
estas constelaciones de incógnito.