Esto de vivir entre cuñados
de larga distancia, tiene su aquel,
no vayan a creer que es todo
jauja. Si te mira de soslayo,
trabajo te ha tocado, no hay quien
resista la mirada hostil de un cuñado.
Te toca inevitablemente, sublevarte,
con tus capacidades militares intactas,
para llevarle la contraria en todos los frentes.
Si eliges la opción opuesta, la de la concordia,
te corresponderá sin embargo, bajarte los pantalones
en más de una ocasión, con lo que tiene
quedarse en cueros, cada vez que pone
la televisión. En fin, si se mudaran
a una galaxia....
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