Así pasó la noche entera
Con muchas risas y algún baile
Tú, como siempre, tan discreta
ni por tu cabeza pasaba
afrenta injusta a tu donaire.
Las luces de cada farola
han jurado, testigo el viento,
que no te habían visto tan sola
desde aquel triste momento
que quedó tu inocencia rota.
Lo siento, no seas ilusa,
no ves que solo interesa
eso que esconde tu blusa
o lo que hay bajo la mesa.
Tanta prisa después de la cena,
tanta prisa por calmar la fiera
que asoma en cada escena
si te toca y te besa.
Tu risa no es lo que era.
No aparecen las estrellas…
es la bruma, las farolas.
Se han perdido cosas bellas,
como simples caracolas
con su espiral… fea y rota.
No digas nada, son triviales,
mejor te saltas los detalles
y diluyes ,si hay, complejos.
Tú ya sabes lo que vales.
Yo no soy de dar consejos.
Haz que caiga loco:
dale solo un poco
y déjale el valor
todo para el solo
¡ya está! no es mas que eso
ya conoce el dulzor
que tiene tu beso.
¡Tanta prisa! de nuevo
corre brisa en tu cuello.
Te erizas, respiras,
afinas las liras
que inundan tu cielo.
Qué ironía, ir de ronda
sino es buen chico
pierde comba
y desmadra su pobre ego.
Toda la magia, el encanto
han caído como una losa
¡Que hombres! siempre pensando
en profundizar en una cosa.
Pues…, como hombre: me condeno
y de tu desencanto aprendo.
Si algún día bien lo hacemos
te seguiré…
hasta recónditos extremos.