Hola mi niña...
Que extraño es
No oír tu voz...
Que difícil es despertar,
Sin el aroma de tu piel.
Que inquietudes exhuman
Del cadáver de lo que fue
Nuestro amor...
Y a veces me pregunto,
Si alguna vez me extrañas,
Aunque sea un poco...
Si alguna vez piensas,
En aquello que una vez vivimos...
Y por ello me gustaría estar,
En esa esquina,
donde me olvidaste,
Para olvidar también,
Todo lo que te he querido...