Te quiero a ti,
mi bella mariposa
de las mañanas.
Vienes a mi,
acudes con tu gracia
y colorido.
Con tu alegría
animas mis sentidos
un tanto tristes.
Quiero sentir
la brisa de tus alas
sobre mi cara.
Quiero soñar
contigo, entre las nubes,
de un largo viaje.
Y llegaremos
a un mundo sin fronteras
donde haya paz.
Paz para todos,
pequeños y mayores,
sin distinción.
Y así, las almas,
tendrán solo un latido
y una ambición.
Te quiero a ti,
mi sueño y utopía,
de mariposa.
Rafael Sánchez Ortega ©
28/04/22