Abro puertas del cerebro y de mi cráneo
porque quedaste fuera como foráneo,
mi psique solicita tu gran altura
por ser parte del trébol y la cultura
confirmo que me llaman “El Subterráneo”.
Por cuenta me desbordo por tu desastre
teniendo la predicha que soy un sastre:
¿quieres que teja con soltura tu vicio
o por tempestad sea tu precipicio
ya que vamos juntos, pero de arrastre.
Así llegaste con prudencia y tan grave
y fue mi puerto tu descanso y tu llave.
Mujer bella mi dicha te descapulla,
ahora ni ríes, todo te apabulla;
es mejor albergarte por el deslave.
Samuel Dixon [28/04/2022]