No he podido no pensar en ti, y por eso lo digo,
me hubiera gustado escribirte que te extraño tanto,
y pienso demasiado en buscarte y no lo hago,
pero sí, te escribo y no hay respuesta.
Me gustaría saber cómo estás y de verdad, quisiera saberlo,
¿Qué planes has tenido?, ¿De qué te has acordado hoy?,
¿Sigues soñando lo mismo?, ¿Has salido con alguien?,
¿A dónde te ha llevado?, ¿Tienes planes a futuro?,
¿Has comido lo que nos gustaba?
No sabes cómo me gustaría poder encontrarte,
pero me falta fuerza y tú tampoco haces nada por hacerlo,
y así podemos esperar en vano y pensar en eso.
Y por favor, recuérdame y sabes bien que pienso en ti,
que no lo imaginas, pero vivo por ti todos los días,
que he escrito mil poemas y cartas sobre ti.
Que a todos mis amigos les he dicho que tonto fui,
que me arrepiento de haberte dejado ir,
que ya no sé qué hacer para que vuelvas a mí,
Pero recuerda que ir y buscar,
recordar y pensar son cosas diferentes...
Y pienso siempre en ti, pero no te busco.