Eres la marea
y el final de la lluvia
en las costas de mi locura.
A donde dejare la única
llamarada de mi cuerpo
en este pueblo que me vio nacer
que cubre mi cuerpo
con sangre latina
con los ojos profundos
con la mirada penetrante
con el suspiro que el amante de este suelo
respira y deja que se respire
tus ojos, tus labios
tu cuerpo eterno
en una sola forma.