Escupe sangre, rugiendo el volcán
De la tierra emerge el gran magma
Cubriendo un terreno casi abismal
Es el volcán, engullendo La Palma
Los lugareños luchan por salvar
Sus hogares y sus grandes cultivos
Por lo menos pueden decir que están vivos
El volcán, con ellos, no pudo acabar
Terrenos colmados de excelsa lava
Y el fuego no cesa en su continuo brotar
Sobre la roca roja incandescente
El cumbre vieja vuelve a vibrar
Pero hay algo muy importante a valorar
Y son las lecciones de las gentes
Que casi todas con carácter indulgente
El perdón los hizo agrandar
Medio mundo volcado en la isla
Cuando un estruendo los hizo despertar
Solidaridad a mansalva que no aisla
Un grito de dolor en la inmensidad
Un sonido destructor de oídos
Y un golpe de poder que atenaza
Al oír el penetrable rugido
El miedo y el horror les amenaza
Pero el corazón es grande y muy sabio
Y sabe que de los dolores se aprende
No son gente de morderse el labio
Por lo tanto, un nuevo camino se emprende