El tiempo no es un río
de ida solamente
no es un canto que cae en el abismo
ni es un pájaro volador que ya no vuelve.
Acabo de tocar sus alas
hoy
sentí sus olores vivos
estaba acurrucado aquí
con ojos de papel amarillo.
Cuando lo miré retornaron los suspiros
a los cuartos antiguos
volvieron las huellas de los dinosaurios
las formas dibujadas por el viento
los colores de las flores secas
y las múltiples muertes del alma.
No es un río de ida solamente
ni un pájaro volador de largo aliento
sin retorno
sino también la presencia
de alguien que ya no está
pero que estuvo
siempre
en los reflejos de los vidrios
que alguien
en la casa
limpia.