Pétalos de flores confiando en tus manos
como la palabra en los labios,
de quien proclama amores
cuando huérfano el sol, se oculta tras la montaña
y dócil la tarde se atreve a soñarte
Espumas albas confiando en tus muslos
como la cándida arena en el mar que la humecta
sabiéndote virgen bajo el aire marino
donde cantas y danzas, desnuda en el viento
húmeda y trémula, con un beso en la boca
Bosques lluviosos confiando en tus ojos
como el pájaro alado en la verde montaña
donde nacen las aguas que colman arroyos
para que floten tus sueños
y se entregue tu cuerpo
Una luna rosa confiando en tu alma
como la margarita en el amor que la deshoja
renovando caricias en noches infinitas
cuando ingenuos mis dedos te rozan en silencio
provocando el suspiro, del crepúsculo que te besa