La veo
Y ya babea la interjección,
Es que es usted, yo creo,
De los jazmines, su corazón.
La veo
Y entiendo entonces por qué
Ni las arenas del Mar Egeo
Son más hermosas que usted.
La veo
Y solo a usted yo logro ver
Y si mi rostro abofeteo,
Tan solo a usted yo vuelvo a ver.