Amueblado los asientos de una función,
un smoking negro infligiendo temores,
las acuarelas se vuelven blanco y negro,
consejos voraces de una sola voz apagada,
dispersados los alientos de lobos feroces.
Sin poder amar…
Sin poder avanzar…
Sin poder pronunciar palabra alguna,
solo anhelo continuar conmigo,
sin atisbar qué sucederá,
estrambóticos payasos me llaman,
me abstengo para no caer en delirios prolongados.