Antonio Martín

¿Quien dijo que era fácil?

Hay un bonito cofre, 

en la otra orilla del río, 

de aguas bravas

y muchos cocodrilos;

temidas pirañas

y algún hipopótamo

de mirada fija. 

Ni puentes colgantes

ni las cuerdas de Tarzán, 

quien lo quiera, 

a nado tendrá que cruzar, 

el cofre es de color rojo

y en su interior, 

     ¡la llave del amor! 

Quien busque amoríos, 

que se ponga a nadar, 

que no es empresa fácil

el querer enamorar.