Ben-.

Si te vas-.

Los que nacen pobres serán pobres

hay mutilaciones de los astros

pequeños y sombríos energúmenos

clamando venganza

desde atriles insobornables

puros guantazos de niebla

y esa osamenta perdida entre desiertos.

Hay osarios que repercuten

un baile de ovarios en las cunetas

un recipiente de huesos con sangre

y un inmanente de sueños derrotados.

Hay los que oprimen una vela arcaica

los que saturan de rabia los hospitales

y en las alacenas buscan besos perdidos

como combas de un neutro resplandor.

Hay los que vuelan un paisaje reducido

que luego se alarga y bosteza, que luego

abrazan y estiran, las lentitudes propias.

Los que surgen tristes, tendrán cabezas múltiples

los que nacen alegres serán maravillosamente condenados

tras un largo infierno a su exilio aún más forzoso.

Hay los que tiemblan, como adalid de raíces,

y los que imploran una guadaña el día de la selva,

son osos y son pistolas, guardando su aroma

de siega.

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