Esas manos robustas, esos brazos que surcaron arados
Que desmontaron y talaron tierras vírgenes
Que formaron pueblos construidos alzados
Sobre sus ideales de frente altiva de ilustres orígenes.
Conquistadores de legiones humildes
De pioneros peregrinos buscando horizontes
Como romeros sobre montañosas cúspides
Atildando sus márgenes los ríos abundantes
De aguas caudalosas que emanan de sortilegios agrades.
Tierras inhóspitas domadas a pulso de tesón
De hora vida y dura enemistad de ser foráneos
Aventura aberrante cambiar y desterrar de su corazón
Mesetas heredadas por los aborígenes los ávidos europeos.
Saqueadores o admirables caballeros
Delincuentes profanadores de culturas ajenas
O adoctrinadores de la fe y esperanza, desterraderos
Marchitadores de la esencia nativa
Sobre sus espaldas se encajan la contra parte abrasiva
Ser piratas corsarios de avaricia abusiva
O ser una raza que nutrió de esperanza constructiva..
La América que creció para bien o para mal
Sobre la herencia impositiva.