Las gotas de la lluvia
son lágrimas de cristal.
¡Cómo lloran las ventanas
del alma, sin descansar!
Caen del cielo, las gotas;
cae del alma, el dolor;
y se inundan mis caminos
por causa de un desamor.
Los relámpagos anuncian
la tormenta por llegar.
¡Si pudiera una tormenta...
mis penas, ocultar!
El cielo se abre furioso,
cae lluvia... sin cesar;
hay un intenso diluvio:
¡Mi alma puede... estallar!
Que se escondan ya las nubes,
que en mi cielo pare de llorar;
que mi alma... tras la tormenta,
aprenda de nuevo a amar.
xE.C.