ubik

EN ESE ORDEN.

Que el poema sea

la misma pérdida de su elocuencia,

y el viento se suba por las paredes

con la esperanza de un buen augurio,

como el silbido de tus ropas

cuando el oxígeno de los cuerpos

se transmuta en un mañana sin esperas,

 

cuando el relente 

camina con pies de plomo

y la miel ilumine tu garganta.

 

repetición brutal

sin variación alguna

que convierta en rutilante 

la diferencia pura.

 

Aunque para algunos la muerte

sea el mejor veneno del mar,

obra paradisíaca del desdén,

seca partitura a quemarropa,

ofrenda del odio que os desnuda

ante el grito silente 

de mi convexo ser,

 

nube de espejos estériles

que los ángeles.

huérfanos de labios

se pintan al alba.