\"Vaya, pareces un poco cansado, ¿cuándo fue la última vez que comiste? Entra y hazte como en casa, quedate el tiempo que necesites. Dime, ¿hay algo malo? Y si lo hay puedes contar conmigo, sabes que puedo desarmar mi corazón para que el tuyo pueda latir.
Está bien si no puedes encontrar las palabras, déjame tomar tu abrigo y el peso que llevas en tus hombros como una fuerza a tener en cuenta como un poderoso océano o quizás un géntil beso o si te incómoda, un abrazo.
Te amaré con todas las pequeñas cosas que tengo como un maremoto intentaré hacer un desorden o calmar las aguas si cualquiera de las dos te sirve, yo te amaré sin ataduras y está bien que sientas que no puedas respirar, puedes tomar mi oxígeno directo de mi pecho.
Sé exactamente cómo funcionan las reglas, ponme mi máscara primero y no, no quiero hablar de mi mismo, dime dónde duele que yo solo quiero ayudarte, construirte hasta que te sientas bien como nuevo y así algún día puedes regresar y arreglarme a mí también...¿yo? Yo no sé por dónde empezar, ya me siento cansado de llamar a alguien cuando todo se viene abajo, yo solo quiero conocerte, quererte y amarte como se debe, quiero aprender cómo y así tal, aprender a amarme a mi mismo y nada, es un honor tenerte conmigo este día.\"
Así es cuando hablas con Mau, tienes conversaciones durante horas sobre la vida, parece saber bastante, ¿pero te le has quedado viendo? Sí, yo sé que se mira como una persona muy confiada de si mismo, sin titubear al hablar con seguridad de todo lo que cuenta, pero míralo bien, mira cuando está solo, ¿ves cómo tiembla? ¿Ves cómo suda? ¿Ves cómo no quiere estar ahí? ¿Ves lo incómodo e inseguro que se siente? Mau aparenta para hacerte sentir bien, no deja su peso en ningún momento y te escucha, no necesita aconsejarte porque te siente y entiende que a veces no se necesita hablar sino estar en silencio y acariciarte del pelo para darte entender que todo estará bien. Deberías de ver cuándo nadie ve a Mau, se pone a reír el solo y a bailar parece un desquiciado, pero cae la noche y se va a la esquina más oscura del cuarto a llorar, a juzgarse porque le suceden cosas que no debería vivir, piensa en mutilarse, piensa en querer rehacer las situaciones que vivió, pero no se puede y en cambio, intenta ayudarte a ti a sobrepasar tus problemas porque Mau ya vivió, ha pasado por tu camino con diferente trayectoria y ¿por qué sigue vivo? Mau es un imbécil, sigue buscando el amor, entiende que no se busca sino que te encuentran, pero es lo que lo mantiene vivo, una hija que no ha nacido, quiere darle un futuro.
¿Preguntas por Mau? Ahí está, ocupado y si lo ves, te recomiendo que lo abraces aunque a él le parezca raro y si te despides de él, pidele una foto, ponle el flash, has que cuente porque no sabes cuándo será la última vez que lo veas.