En la oscuridad profunda de la cerrada noche,
siete candiles pusiste para hacerla más bella y
encendiste la Luna, majestuosa... plena.
En plata tallada, redonda... perfecta.
Con mieles y azahares bordeaste la esfera y
despejaste de nubes y polvo de estrellas.
Tomaste mi mano, remontamos vuelo.
Las mejillas llenas de tan dulces besos.
Dimos tantas vueltas en azules sueños
viendo el menguar majestuoso de la reina del cielo.
En cinco fases me diste tus besos y
en cada una de ellas mostraste el amor más bello.
Con la promesa de mil y una vueltas,
me mostraste el lado que la Luna no muestra.