En la biblioteca de la Universidad
colgaba un ilustre retrato,
con el pasé años de mocedad.
y disfruté también amenos ratos.
Yo llegaba al recinto a estudiar
mis ejercicios de contabilidad
y el retrato no me dejaba de mirar
y eso me daba seguridad.
Si por alguna extraña razón
alguién ocupaba aquel lugar,
entonces sin hallar explicación
no me podía concentrar.
Ese retrato de enigmática mirada
me acompañó en tantos momentos,
creo que sin él no rendía nada
por mucho que yo hiciera mis intentos.
Era ya una gran obsesión
lo que me unía a ese retrato
nunca supe la extraña razón
ni mucho menos el motivo exacto.
Por fin terminé la licenciatura
y nunca volví a la biblioteca;
con él aprobé tantas asignaturas
por muy extraño que parezca.
Volví a la universidad años después
a encontrarme con el famoso retrato
pero él ya no estaba esta vez,
y pienso que fui muy insensato.
Yo siempre lo recordaré
Con infinita admiración
Porque ese retrato en mi vida fue
Pieza clave en mi graduación.
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