Una ruptura y uno adiós, que trae mucho dolor.
Luego llegara la tranquilidad y después la alegría.
He tenido miedo a transformar este sentimiento.
Pero el dolor no debería estar siempre presente.
Y no por costumbre, siempre fue por amor de verdad.
El vacío acabará en algún momento, pues lo quiero así.
Lo que ha pasado no fue por casualidad y lo acepto.
Pero los eventos subsiguientes me destrozaron más.
No hay nada al azar y menos en lo que se refiere al amor.
Esto no es una ruptura, ya todo estaba roto y por los dos.
La despedida debió ser a tiempo, para poder sanar de verdad.
Todo pasará y a su tiempo una mejor vida vendrá.
G3