KEREN FELIZ

50 AÑOS DE LUCES

El veintiocho de febrero

celebramos el gran día

que nos colma de alegría

desde el albor mañanero.

Loemos el sol fiestero

del cincuenta aniversario  

que expone en el escenario

nuestro acervo cultural:

Biblioteca Nacional,

bastión de nuestro ideario.

 

Biblioteca Nacional

a Pedro Henríquez Ureña,

el lienzo en que se reseña

nuestro legado inmortal.

Al ritmo del atabal,

de güiras, de acordeón,

festejemos la sazón

con décimas espinelas,

con vítores y zarzuelas

nacidos del corazón.

 

Hogar del conocimiento,

de sapiencias ancestrales,

tus años cual los rosales

perfuman el pensamiento.

Honramos con sentimiento

este excelso aniversario

que enciende por cada anuario

una luz de fantasía,

ingenio de la utopía

y del lector el santuario.

 

Son cincuenta años de estrellas,

cincuenta luces de ensueños

que en los pechos caribeños

tallaron hermosas huellas.

Cinco décadas de bellas

obras de literatura

que transmiten la cultura

de célebres ciudadanos

a un mar de dominicanos

amantes de la lectura.

 

Biblioteca Nacional:

emblema de honor y gloria

depositaria de historia

oriunda e internacional.

Tu gesta es excepcional,

prolífera de enseñanzas,

de luchas y de añoranzas

de pueblos que con acción,

constancia y erudición                        

construyen sus esperanzas.

 

Ciudadela de escritores

artífices de otros mundos

quienes con lemas fecundos              

te cantan cual trovadores.

Fortín de investigadores,

dramaturgos, novelistas,

ensayistas y cuentistas

que cristalizan sus sueños

a razón de arduos empeños

que empleas tras tus conquistas.

 

Universo fascinante

que nos llena de aventuras,

saciándonos las premuras

del saber edificante.

Morada del estudiante,

solaz del intelectual,

de aquéllos que en lo habitual

se deleitan con las letras

y leyendas que perpetras

con donaire sin igual.  

 

Biblioteca Nacional

tú motoras la enseñanza,

la sapiencia, la labranza

de nuestro ayer comunal.

Resguardas en tu arsenal

la herencia de nuestra gente

que con ilusión ferviente

te enciende cincuenta luces,

luminarias que hoy reluces

con garbo sobre tu frente.