Si pudiera desarrugar a mi Alma,
Como al papel estrujado en el que escribo,
Y si pudiera mirar ahora,
los rostros, de todos aquellos a quienes esquivo;
Si pudiera hoy limpiar mi Alma,
Como limpié la mesa donde cené contigo,
Sería menos triste recordar tus pasos,
Y el alivio del Amor que compartiste tú conmigo;
Hoy te ví, como siempre, como cada mañana,
Y no pude mirarte a los ojos,
Y no es porque te haya eludido,
Sino te vi pasar de frente,
Con tu vestido blanco,
Sin verme, sin recordarme, como si yo hubiera sido,
Un triste desconocido;
Si pudiera mentirle a mi Alma,
Y decirle que todo está casi divino,
Que no hay tristeza en el camino,
Que fue letra vieja en el pergamino,
Pero, me conoce ella tan bién,
Que poco o nada creerá de lo que digo;
Si pudiera hoy guardar tu foto,
En el cofre del cual simpre me olvido,
Y si pudiera borrar de mis palabras,
Todo aquello que te dije con tanto cariño,
No podría mirar a mi Alma,
Para decirle con voz tan baja, que nada he sufrido,
En los mil instantes cuando te miro;
Si pudiera mentirle a mi Alma,
Si pudiera abrazarla ahora que siento, tanto frío,
No le podría mentir,
Y no decirle,
Lo mucho que me duele...
Tu silencio, y tu olvido.