Los pétalos perennes del almendro
palían vasta herida en flor que asoma
por la planicie y faz del mundo entero
que ha de tornar en canto de la alondra.
Cruz mística signada en mano diestra
después de hallar la línea que retorna
tendrá sobre su mágico hemisferio
un porvenir de blanca mariposa.
Los ríos tomarán la trova alegre
de una parvada rítmica y cantora
mientras llovizna el cielo suaves lirios
y el suirirí de nuevo se enamora.