Piso Veinte
El cielo se llenó de estrellas
y la noche se volvió brillante
nunca vi nada semejante,
podía tocarlas a todas ellas
eran manchas de luz perfectas,
ahí en la penumbra del cielo
desde los inicios del tiempo,
te acompañé esa madrugada
querías sentirte abrazada
y soplar achicorias al viento.
Te desnudaste para salir al balcón
y el viento te tocaba como yo quería
yo solo te miraba y sentía envidia
de aquel cálido viento de verano
que soplo desde un lugar lejano
solo para venirte a acariciar,
mientras te empezaba a besar
la noche nos sonrió y se ilumino,
los cuerpos danzaban y se inicio
la intensa agitacion de tu respirar.