He intentado encontrar el poema perdido en tu cintura. De vez en cuando me hallo unos versos que riman con la sensualidad de tu piel. De seguro que el poeta autor quizo hacer de tí esa esencia que le inspira en cada estrofa como cántico angelical que se pierde en la lejanía profunda de la oscuridad de tus ojos.
Ese verso que de pronto se halla en la esquina de tus caderas, yo he intentado recitarlo a la manera de mis dedos, pues, estoy seguro de que solo ellos conducen mi voz al abismo de tus misterios para luego perderse entre la letalidad del sudor de tu piel como veneno que me regala una dulce muerte.
Sabrás quizá de que no es un poema cualquiera, pues cada estrofa está escrita con la experticie de un poeta soñador que algún día quiso perderse en tí, y yo la he intentado recitar en el pálido blanco de una hoja.
He intentado encontrar ese poema perdido en la lejanía de tu cintura, mas, así me he dado cuenta de que ha tomado vida, me ha poseído como demonio en esta melancolía por tenerte y no tocarte. Se ha allegado hasta la altura de mis labios; en ellos han quedado las rimas de los versos de tu erotismo para perderse en la esperanza ciega de algún día, recitarlo en los tuyos, y así, encontrar ese poema perfecto, dedicado a la belleza divina de una Mujer, el más exótico poema se sensualidad.