Felix-Ruben

Ostracismo, carta para Nadie.

Eres una tonta, Pero yo más.   porque me castigas, y me condenas, a no verte, a no oírte, a no saber de ti (¿Qué no lo sabes? Que el no poder oler de tú aroma, es similar a no poder respirar, a vivir sin aire, cual organismo anaeróbico).   eres tan Dulce, pero también eres tan jodidamente cruel, eres como la vida misma, una Amalgama de cosas Muy Felices y otras no tanto, una Sinfonía de sentimientos Agri-Dulces.

   ¿Por qué? Eliges el Ostracismo físico y peor aún él mental, cuando conmigo ,tu lo sabes y yo sé.  Que puedes simplemente ser, completamente tú, completamente libre: del pudor, de la vanidad, de los Pretextos, de los prejuicios y algunas veces hasta del tiempo.  Y en ese instante sublime, te revelas como lo que siempre has estado destinada a ser: mí paraíso terrenal, el séptimo de los cielos, mí milagro de Dios (si es que realmente existe y no me lo imagino, ojalá que sí).   ¿Por qué te resistes a ser feliz?, ¿a que yo te quiera tanto?, ¿Acaso sientes que no mereces \"la felicidad\"?.  De todas las personas que conozco en el mundo, tú eres la que en verdad más se merece eso, cualquier cosa, que eso sea y más importante lo que tú quieras que eso sea. 

Nunca te lo dije, pero en algún momento, la mayor de mis felicidades, ha sido el bailar contigo, o el reírnos mucho en tú recamara, y el imaginarme un simple sueño, estático y eterno: Tu y yo en la hamaca de un balcón, o una terraza, leyendo Buenos libros, en algún lugar montañoso, en noviembre, con la bruma entre el bosque y un cafetal al fondo, y  celebrando que cumplimos cien u ochenta años, desde que me incluiste en tú aislamiento perpetuo, Un ostracismo compartido por los dos. (En realidad es mi sueño personal, con cualquiera que realmente me quiera, pero sería mucho más lindo, si lo hicieras realidad vos). 

 

Atte. Quien te quiere Con Vehemente locura.