Divago y me pregunto cuál fue el motivo
para que tú me tengas en el olvido.
No quiero que la noche llegué
porque está llena de incertidumbre.
La nostalgia golpea los encajes de mi almohada,
quiere volverlos hilachas,
igual que se va deshilachando mi vida,
esa almohada que antes fuera mi confidente,
hoy es depositaria de mis lágrimas y desvelos.
Hay un gran vacío en mi cama,
al igual que vacía esta mi alma.
Las sábanas están tejidas con hilos
que se quedaron enmarañados
en los telares del olvido...
Allí, donde se siente un intenso frío
que penetra en los sentidos
y hace que se sienta un escalofrío
que recorre el cuerpo casi inerte...
La vida se me va a pedazos,
porque ya perdí la esperanza de tenerte.
Te llamo y no respondes,
ya no se dónde buscarte,
no se cuál es tu miedo...
será el mismo miedo que tengo
cuando veo los fantasmas
que se acercan a mi lecho,
tengo miedo que me digan
que nunca tú me amaste.
Fantasmas burlones que se ríen de mi pena,
al igual que tú te debes de estar riendo,
porque te dí todo el sentimiento
que guardaba sin reservas,
pensando que tú también me amabas,
lo único que hice fue corresponderte...
Ahora sé que todo fue mentiras
y no sé qué hacer con este amor que me calcina.
Felina