Te huelo, te presiento, te deseo
impregnas hasta el aire que respiro
consumes la madera de mi tronco,
enciendes con tu fuego mis sentidos.
Te añoro sin dejar de poseerte
sin alejarme, ya te necesito
y vivo en la nostalgia de tu ausencia
si no siento tus muslos en los míos.
Mis manos no son manos sin tus senos
mis labios no son labios sin tus labios
mi lengua se cuartea si no bebe
los cálidos efluvios de tu acuario.
y muero por ahogarme en tus espumas
y sueño con sentir en mí tus dientes
fundiendo nuestras mieles derramadas
en la tibia colmena de tu vientre.