….todos serán olvidados.
Alégrate, mi alma
….ya estamos llegando,
alégrate y ríe
estamos todavía
a tiempo.
Nos espera….
la tristeza, la soledad y
una tranquilidad
que promete
nada bueno.
Alégrate y llega,
solo te faltan
unos pasos.
Tarde se aprende
que el llegar
era seguro,
la prisa….innecesaria,
que sólo tus pasos
harán el camino
que a velocidad
de desgano
….caminarás.
Ahora si,
ya sin prisas,
evocando nuestra vidas,
nos damos cuenta
que lejos de ser nuestra
siempre fue ajena.
La vivimos,
para otros, que ahora
….ya no están.
Se han ido,
se alejaron en el tiempo, dejándonos espacios vacíos
y recuerdos….si,
muchos recuerdos.
Ahora, el reflejo de mi espejo tiene sentido….
esas líneas acentuadas
….rastros de un combate
que aún no termina,
ahora se aceptan,
se toleran, se agradecen.
Bueno, no habrá
por qué temer,
la vida, nos asignará
a una nueva escala social,
donde lo ajeno
ya no lo querré llamar mío, dónde el dejar a otros
ser como son,
sin intentar cambiarlos,
será un reto
pero, que va….a vencer.
Aquí, sin equipaje
se va más ligero.
Salomón, de su sabiduría escribió….
“Porque ni el sabio ni el insensato serán recordados para siempre. En los días por venir, todos serán olvidados. ¿Y cómo morirá el sabio? Igual que el insensato”.
De ahí, cuando
….el café nos sepa a café,
nos detenga el mensaje
de una melodía,
cuando las estelas
del diario impreso
nos recuerden,
a quienes
se adelantaron
sabremos….que hemos llegado.
Amigos míos.
D.R.A.
Carlos H Ojeda Behr.