¿Dónde estabas?…
¿Dónde andabas?…
te esperé por tanto tiempo…
en la sombra de mis penas,
bajo el sauce que solloza…
intentando consolar a mis angustias.
Me sentía desolado…
insensible por momentos,
me sentía solitario…un ermitaño,
encerrado en la esperanza,
aislado en el despecho….
sin dar razón de mis tristezas,
distraído…como ido,
profundamente pensativo.
Estuve a punto de marcharme,
pues creí que no llegabas.
Muchas veces desvariaba…
y delirando dibujaba tu silueta,
te plasmaba en un retrato impreciso
con un traje de claveles…
intentaba convencerme que existías…
que no eras un fantasma,
que tu aroma fue real cuando apuró mi loca vida.
Suponía que vendrías a cumplir con tu promesa,
y que bueno de no haberme equivocado.
Estas aquí…has llegado de tan lejos,
tú la musa intangible…
tú el enigma…
tú la magia que se plasma…
que hoy precisa mi existencia,
que se siente…y se hace cierta.
Ya era hora que llegaras de tu viaje.
Hoy haremos una fiesta enhorabuena,
brindaremos con champan y con buen vino,
comeremos vorazmente,
bailaremos al compás de las guitarras,
y ya cansados caeremos en la alfombra…
a soñar nuestros mañanas.
Guardaremos tu equipaje…
pues supongo que tu vienes a quedarte... para siempre…
bienvenida.