Un lugar que rondaba en mi cabeza,
soñando llegué a la luna divina,
la romántica luna que fascina,
de mil maneras nombran su belleza.
Que desilusión, dicho con franqueza,
aquí los versos, ninguno combina,
la sublime y hermosa que ilumina,
paisaje gris y bandera y tristeza.
Regresando de un sueño imaginado,
observar la luna es lo que deseo
y de su luz quedarme enamorado.
Es un privilegio que bien poseo,
derrochar versos de un mundo calmado
y con la luna llena fantaseo.