Mi señora
que secaste mis penas,
ahora eres mi sombra y compañía,
en los momentos de oscuridad
ésos que no me dejan vislumbrar,
esa luz que anuncia la salida.
Y una palabra de amor eterno
bastará para abrir puertas y ventanas
dejando pasar los rayos de luz de la esperanza.
Mi señora
hoy es tu gran día
y ando cabizbajo
porque no sé
que presente darte.
Las musas no aparecen
pero escribo con amor
y me presento ante ti y te digo.
Mi señora
dueña de mi alma y corazón,
te regalaría un jardín de rosas
pero ando de escaso dinero
y por tanto te regalo este ramo de rosas.
Mi señora
saluda a Carla
ella sabe lo mucho que la quiero,
y os mando para las dos
un beso al cielo.
Miachael
03/05/2022