Una lagrima, un recuerdo y una flor,
se quedarán para siempre en una tumba;
y aunque el dolor, por momentos, te derrumba,
con el tiempo irá sanando ese dolor.
Porque el sol siempre dará su resplandor,
cuando aquella triste oscuridad, sucumba;
y una lágrima, un recuerdo y una flor,
se quedarán para siempre en una tumba.
Y hoy los abrazos te llenan del calor
solidario, ante el dolor que te derrumba;
y aunque el viento triste y fuerte, siempre zumba,
dejarás para tu madre con amor:
una lágrima, un recuerdo y una flor.