Así lo creí de niño :
Hombres malos que se creían buenos
Feroces lobos viviendo entre corderos
¡Demonios disfrazados de amigos !
Confieso llegué a odiarles
Y de estar en su época, intentar matarles
Y así vengar al Dios que murió siendo hombre
Y no esperar tres días para de nuevo verle
Ocurrió hace muchos años
Me reconfortó mi abuela
Ya no hay fariseos, se acabaron sus rebaños
Y viví una infancia feliz creyendo esa falacia
Pero un embuste jamás deja de serlo
Aunque se esconda en las letras de un poema
Hoy sé que aún existen, pululan por el mundo
Convertidos en pirita disfrazados de gema
Mercenarios de la fe, cazadores de incautos
Hoy adoran a cualquier pagano con destellos
Aman la santidad más rinden al pecado culto
Y los hay en multitud ...soy uno de ellos.