VERGEL DE SEDUCCIÓN
He avistado al alba rosa/de la aurora saludar
a la gran torre espigada/de la aljama califal;
al río que la acaricia/y le canta en el canchal;
al patio de los naranjos/y a sus flores de azahar.
He inhalado y he palpado/ en el dócil despertar,
un traje con tul de mayo/y encaje en seda floral,
de terso tacto al jazmín/ y a fragancias del rosal,
con él, cada primavera,/ Córdoba se deja ornar.
He advertido embelesado/un cuadro multicolor;
pendiendo sacras macetas/sobre un lienzo de pasión:
patios de las mil delicias/ relicarios de la flor.
Córdoba de mis amores,/ latir de mi corazón,
lujuria de los sentidos/ derramando el esplendor
de una urbe que en Mayo es/ un vergel de seducción.
Rafael Huertes Lacalle