Angel Montenegro

Podría decir que hoy él aire huele a muerte. 

Podría decir que hoy él aire huele a muerte. 

Hay palabras de despedida. 

La boca me sabe a cortado doble y a cigarros.

Mi mente está inamovible, buscando un verso o alguna prosa. ¿Es que ya no queda nada de vos? 

No quisiera arrojar al cielo tu cuerpo, no ahora no... Sería bueno forzar la llama de un vestigio divino en él espacio del aire al lado mío para que te quedarás.

Con una petición en las manos con él corazón en los ojos y lágrimas en la boca sigo obligadamente esto que no quise, lo que jamás dejaré que gane aún así que está me traiga la felicidad de vuelta. No perdonaré que alguien te mate.

No es él tiempo, ni él olvidó. Soy yo que soy terco.