Querido diario:
Esta noche por primera vez te confieso,
que no puedo más con los obstáculos que atravieso,
que toda mi vida he caminado de retroceso,
y he decidido no cargar más con tanto peso.
No quiero vivir como alma en pena,
existir para mi es como una cruel condena,
no se como dejar de sufrir,
he vivido luchando pero ya quiero desistir.
El caos se apoderó de mi mente,
los pensamientos no encontraron salida,
me cansé de tener una sonrisa fingida,
me cansé de querer agradar a tanta gente.
El brillo de mis ojos lentamente se opacó,
la claridad de mi alma con el tiempo se apagó,
mis ansias de vivir la tristeza se las llevó,
y todo buen recuerdo de mi memoria se esfumó.
Estoy buscando el método para salir de esta situación,
no sé si debo arrancarme el corazón,
o ahogarme en mis propias lagrimas de depresión,
sea cual sea la opción, es mi inquebrantable decisión.
Lamento haber buscado la forma más fácil de escapar,
quizás para todos ahora soy un cobarde,
y tal vez lo sea, pero es que ya era muy tarde,
grité por auxilio muchas veces pero nadie me pudo escuchar.
Talvez no entiendas muy bien mis razones,
pero cuando leas esto ya no podré darte explicaciones,
solo ya no quería sentirme como un fastidio,
y para que entiendas mejor mis decisiones,
te dejo este escrito como mi nota de suicidio.